DECISIONES
Decisiones al azar. Decisiones complejas en las que se juega mi vida. Cambios que se pierden, puertas que se abren y ventanas que se cierran.
Y en un momento… Sólo yo y el horizonte.
Y en un momento… Todo se vuelve posible.
Si elijo.
Cuando todo es importante, nada en realidad lo es.
Una frase de mi amigo José María, que desde aquel dia no para de resonarme.
Elegir… Qué elegir? Para qué elegir?
Cómo hago para decidir? Cuál es mi parámetro?
Justicia? Equidad? Libertad?
No. Las tripas son el parametro. Escucharlas a ellas, y darle lugar a ese espacio, ese minuto de coraje que me mueve a estar viva. Y nos mueve a todos. A ser humanos, tan humanos.
Todas las decisiones que tomamos son emocionales en esencia.
Las tripas te dicen la verdad, luego la mente justifica. Justifica, juiciosa, configurando la realidad que sirve a mi propósito.
Y la verdad sigue siendo una, la que elijo, mi camino. Cierro las puertas a otras realidades, para caminar y avanzar en esta. Con convicción. Con el eco de mi emoción susurrando en mi interior.
«Estas en el camino correcto».